Todas las razones por las que este año tampoco vas a comprarte un dron
Son divertidos y hacen unas grabaciones de miedo, pero cuidado: la legislación es muy estricta con los drones
Uno de los grandes sueños del ser humano es el de volar, sueño que ahora es realmente fácil de cumplir: basta con pasar por un aeropuerto. O por adquirir un dron, esos juguetes dispositivs con hélices que se hicieron un hueco en nuestros corazones tech. ¿También os haría gracia tener uno?
Soy Iván Linares. Comenzamos.
Es verano, llega el calor, los chicos se enamoran y nuestros dispositivos viven situaciones de alto riesgo. Si prefieres divertirte sin estar preocupado por el móvil, tengas el movil que tengas, no viene mal en estas fechas tener un seguro por si se lía. En Hype usamos el seguro de dispositivos de Zurich Klinc, y estamos encantados.
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Yo para ser feliz quiero un buen dron… 🎶
Éste es uno de los gadgets que seguramente pasó por vuestra lista de deseos en alguna ocasión y que, como me ha ocurrido a mí, incluso os planteasteis comprar para, bueno, usarlo en las escapadas de finde y así obtener espectaculares tomas aéreas. No, seamos sinceros: yo me he planteado un dron más de una vez para usarlo como juguete. De hecho, no sólo he analizado drones, también tengo uno que me regalaron y que acabó en el desván por su escaso rango de uso. Los drones que pasaron por mis manos fueron dispositivos pensados más como entretenimiento que como útiles de grabación.
Parrot es una de las marcas que supo ver en estos dispositivos volantes un objeto masivo de consumo aprovechando la explosión de los smartphones: el AR Drone de 2010 fue la punta de lanza para que después llegara uno de los pesos pesados del sector: DJI. Los Parrot eran dispositivos de vuelo sencillo, con un rango muy limitado debido a su conectividad WiFi, registraban contenido multimedia a baja resolución (con las sucesivas generaciones fue mejorando), la barrera de precio no suponía un excesivo desembolso y salieron en una época en la que no había restricciones en el espacio aéreo. Todo eso terminó con las sucesivas legislaciones, en especial con la de 2020 en Europa.
Son divertidos, están cargados de tecnología, pueden manejarse a distancia y sacan unas tomas increíbles que hasta hace poco los usuarios particulares no podíamos ni soñar. Pero cuidado, que no son juguetes.
El dato clave: menos de 250 gramos
A la hora de adquirir un dron, o de valorarlo, hay que tener en cuenta una cifra: lo ideal es que pese menos de 250 gramos, al menos si el uso que le vais a dar es el de mero entretenimiento. Éste es el tope que la legislación europea estima como «dron de uso recreativo», una clase que permite el vuelo sin obtener una licencia y siempre dentro de las áreas demarcadas. Adquirir un dron de 250 gramos o más implica un permiso profesional de vuelo; con el gasto y tiempo que ello conlleva.
La normativa divide el vuelo de dron por categorías (dependiendo del riesgo contra las personas que plantee el control de la aeronave) y clases (según las características del propio dron). Lo habitual si compráis un dron recreativo, como el DJI Mini o similar (menos de 250 gramos), es que éste sea un clase C0 y lo uséis bajo la subcategoría A1: esto implica utilizar el dispositivo en áreas no pobladas y sin sobrevolar a personas que no estén participando en la actividad. Para este caso concreto no necesitáis una licencia de piloto, no debéis pedir permisos ni tener un seguro, aunque sí registraros como operador: esto acarrea un proceso gratuito que puede hacerse online.
Mi consejo es que, si estáis pensando en adquirir un dron, comencéis con un C0 de menos de 250 gramos: son suficientemente sencillos de volar, ofrecen altas prestaciones multimedia dependiendo del presupuesto, el tiempo de vuelo por carga suele situarse sobre la media hora y permiten experimentar la travesía gracias a la transmisión de vídeo y audio en tiempo real (incluso con gafas FPV). Como es lógico, cuanto mejor sea el dron más valdrá, por lo que debo dejarlo claro: si vais a utilizarlo como un juguete mi recomendación es que no os hagáis con uno.
Recapitulando, para volar un dron de menos de 250 gramos como uso recreativo, y siempre en zonas permitidas donde no haya gente (subcategoría A1) debéis cumplir con los siguientes requisitos:
Tenéis que registraros como operador de drones.
El dron debe llevar una pegatina con todos sus datos; incluyendo vuestro nombre, dirección, el teléfono y el número de serie del dispositivo.
No podéis volar sobre áreas pobladas ni sobre personas, tampoco cerca de aeropuertos ni áreas restringidas. Consultad aquí el mapa de áreas donde está permitido el vuelo (muy importante).
La altura máxima de vuelo es de 120 m y el dron no se puede alejar de vuestra vista.
Debéis respetar la privacidad de las personas a la hora de utilizar las cámaras que monte el dispositivo.
Las multas por incumplir la normativa en el entorno recreativo van desde los 60 a los 225 000 euros, todo dependerá del entorno en el que se estuviera volando y de los daños que provoque el aparato si colisiona.
Dos drones recomendables para empezar
DJI Mini 2 SE. Es de los mejores en términos de relación calidad/precio, pesa menos de 249 ramos (C0), tiene un alcance de transmisión de vídeo de hasta 10 Km, 31 minutos con una carga según DJI y resistencia al aire de 38 Km/h. Cuesta 349 euros.
DJI Mini 3 Pro. Ya son palabras mayores, pese a que mantenga el «mini» en su nombre: este dron C0 ofrece alta calidad de fotografía y grabación en 4K y 60 fps, batería de hasta 34 minutos de vuelo, ofrece un conjunto de sensores para la detección de obstáculos tridireccional y un alcance de 12 km con transmisión en FHD a 30 fps. El precio es de 829 euros.
¿Lo reconoces?
Fácil fácil, ¿no? A ver si sabéis qué es.
La curiosidad de la semana: McDonald’s desarrolla un juego de Game Boy Color
Si recientemente me hacía eco de un nugget de pollo gigante con pantalla y juego de Tetris que la multinacional de las hamburguesas regalaba en China, ese afán por los juegos trae otra joya retro: un título hecho específicamente para Game Boy Color. Dicho juego lo encarna Grimace, la mascota de la compañía. Y es un título online que puede jugarse desde el ordenador o en el móvil. Y lo de Game Boy Color no es broma: la ROM del juego puede ejecutarse en un emulador de Game Boy o cargarse en un cartucho compatible con la consola. Pesa justo 1 MB.
Gadgetonoticias
Más madera en la gama media de Xiaomi: Redmi Note 12S. La ya holgada familia Redmi Note 12 recibe un nuevo modelo, el 12S. Su pantalla AMOLED de 6,43 pulgadas destaca sobre el resto; con un ajustado MediaTek Helio G96 como cerebro, triple cámara trasera con principal de 108 megapíxeles, 5 000 mAh de batería y actualizado a Android 13 y MIUI 14. El Redmi Note 12S parte de los 269 euros en oferta de lanzamiento (249 euros actualmente en Amazon).
El Xiaomi 13 Ultra llega a España abanderando cámara y coste. Toda una cámara pro pegada a un smartphone, así han definido a este teléfono en los análisis. Y no me extraña: el arsenal de hardware y software del que hace gala promete, y mucho: la potencia más alta en un Android, un conjunto de cámaras dominado por un sensor de una pulgada y 50 megapíxeles, procesado ajustado por Leica y muchísimo más. Eso sí, todo esto tiene un precio: 1 499 euros.
Gafas de realidad virtual exclusivas para leer libros. Sí, las Apple Vision Pro están muy bien, muy tecnológicas y tal. Pero ¿y si quisierais unas gafas para tener la comodidad de leer libros a gran tamaño sin la necesidad de sostenerlos en las manos? Deseo cumplido: las Sol Reader pretenden ser justo eso, un dispositivo VR con pantallas adaptadas a la lectura de libros electrónicos y mando externo para ir pasando las páginas. Los paneles son e-ink de 1,3 pulgadas para cada ojo con resolución de 256x256 píxeles, el almacenamiento es de 64 MB y el precio en reserva es de 350 dólares.
Anker se pasa a la energía solar. Si habéis buscado baterías externas para vuestro móvil seguro que os habéis topado con algún producto de Anker, es un fabricante de accesorios que ha visto crecer su negocio gracias a las ventas de Amazon. Y ahora da el salto a la energía solar: bajo el nombre de Solix, la empresa ofrece soluciones ecológicas completas para el hogar basadas en baterías modulares LFP. De momento sólo en Estados Unidos.
El Nothing Phone (2) saldrá a la luz el próximo 2 de julio. Tras la buena acogida del Nothing Phone (1), que sigue siendo un móvil súper recomendable por los 380 euros que vale, la marca ya tiene puesta la fecha para la renovación: el 2 de julio a las 17:00 horas veremos el nuevo smartphone. Será un gama alta con Snapdragon 8+ Gen 1, mantendrá el juego de luces traseras y seguramente mejore en otros aspectos clave, como las cámaras.
Nuevo juego en cartucho para la Atari 2600 de 1990. Si no teníais bastante con McDonald’s desarrollando juegos para Game Boy Color, Atari también se apunta al carro retro: Mr. Run and Jump es un nuevo para la vetusta Atari 2600. La empresa lo venderá en cartucho, aunque también se distribuirá a las consolas actuales.
Back to the past: Game Boy Color
Revisión de la mítica consola portátil de Nintendo que introdujo los colores en la pantalla manteniendo la resolución de la Game Boy original: 160 x 144 píxeles. Comercializada en 1998, la consola mantenía compatibilidad con los juegos de su predecesora. Y hubo hasta versiones transparentes: recuerdo que la mía era amarilla.