La barra de sonido que salvará el audio mediocre de tu televisor de gama alta
Qué mirar para elegur barra de sonido. Sin líos de cables y con la máxima sencillez, no hace falta complicarse la vida para tener buen sonido en la tele
La newsletter de esta semana suena mejor que nunca: le dedico el tema principal a las barras de sonido, un gadget que a mí, personalmente, me gusta mucho. ¿Cómo elegirlas, cuáles son sus características imprescindibles, hay buenas barras sin añadir ceros al presupuesto? Os lo cuento a continuación.
Soy Iván Linares. Comenzamos.
Mejor sonido para la tele sin liarla con los cables
Si bien una barra de sonido no sustituye a un verdadero sistema de Home Cinema con diversos altavoces satélites colocados alrededor del sofá, sí suele hacer buen trabajo simulando un entorno de audio envolvente. Siempre dependiendo de la calidad de la barra, como es obvio; una característica que viene determinada por los componentes de la propia barra, el número de altavoces integrados en el aparato, su potencia, la inclusión o no de subwoofer independiente y, obviamente, también depende del precio.
Dado que las marcas de televisiones no suelen prestar tanta atención al sonido como a las pantallas (yo tengo una LG OLED que se ve genial y se escucha como pegar la oreja a una lata), la barra de sonido siempre me pareció un dispositivo perfecto para completar la experiencia de visionado. Además, no ocupan mucho espacio, no hay que pelearse con multitud de altavoces satélite (y sus cables) y tampoco hay que dejarse demasiado dinero para conseguir un audio de cine más que pasable. Dado que recientemente renové mi barra de sonido, veamos qué recomiendo tener en cuenta para dotar de potencia sonora vuestro comedor.
Número de altavoces en el dispositivo central. La barra de sonido simula un escenario envolvente a costa de situar sus distintos altavoces orientados en la dirección correcta (también el software del aparato influye en la sensación de «surround»). El número de dichos altavoces integrados suele corresponder con los canales de audio: a un mayor número, mejor escucha. Por ejemplo, si tiene 9.1.4 canales, la barra dispone de 9 altavoces frontales para distribuir el sonido de manera inmersiva (el 1 es para el subwoofer y el 4 para los canales de los altavoces traseros).
Potencia de la barra de sonido. Es un dato importante, ya que especifica la potencia máxima a la que puede sonar el dispositivo, medida en vatios. Lo más seguro es que nunca podáis subir el volumen al máximo (los vecinos tendrán una opinión al respecto), pero es un valor que termina determinando la capacidad del aparato de audio. En torno a 400 W es más que suficiente: el fabricante suele dar la cifra de todo el conjunto, incluido el subwoofer (si lo lleva).
Subwoofer independiente. Me parece muy importante: mi recomendación es que elijáis una barra con el subwoofer separado del dispositivo principal. Puede ser con cable o inalámbrico, aquí la elección depende de vuestro comedor y de la instalación de la tele: necesitaréis armar más o menos lío para conectar el subwoofer. Eso sí, el cable de la alimentación siempre estará por el medio. La mejor posición para colocarlo es al frente del comedor.
Máxima compatibilidad con códecs de audio y con el número de canales. Aquí está la razón principal por la que cambié mi barra: elegid la vuestra con la máxima compatibilidad de códecs de audio y, de ser posible, que incluya Dolby Atmos. Si además es compatible con DTS:X mejor que mejor; ambos con audio 5.1 como mínimo, preferiblemente no simulado: que la barra incluya físicamente ese número de altavoces.
Entradas y conexiones: cuantas más mejor. Por lo general, la mayor parte de barras ofrecen HDMI Arc (audio de entrada y de salida al televisor, es importante que lo tenga), conexión óptica, pueden incluir entrada ethernet (si vais a reproducir audio en streaming no es mala elección), algunas cuentan con USB (para música en pendrives), suelen traer Bluetooth y también conectividad WiFi. Un buen detalle es la compatibilidad con Google Home, Alexa y HomeKit: añadiréis más versatilidad a la barra.
Los altavoces traseros mejoran la experiencia, pero no son imprescindibles. Según subáis en la calidad de la barra, el fabricante acostumbra a incluir altavoces traseros para completar el conjunto (a menudo se pueden añadir más adelante). Bajo mi opinión, los traseros pueden ser un problema en vez de una ventaja, ya que hay que colocarlos detrás del sofá y a la altura de la cabeza; con el lío de cables que eso supone (deben ir conectados, como mínimo, a la corriente). Si tenéis un comedor con espacio suficiente, y en el que podáis esconder bien los cables, elegidlos. En caso contrario, yo me abstendría: una buena barra de sonido puede emular suficientemente bien un entorno de audio envolvente.
Según añadáis opciones vuestra barra irá elevándose el precio, como es obvio, pero tampoco hay que dejarse el presupuesto un un dispositivo de alta gama: con una barra entre los 200 y 400 euros hay más que suficiente para mejorar el sonido de la televisión, incluso con marcas de audio reconocidas. Y esto también es importante: os recomiendo que apostéis por una barra de marcas como Sony, Samsung, LG, Yamaha, Bose, Sonos… Marcas que tengan cierta reputación en audio: disponen de modelos económicos y su calidad de audio suele ser mejor a niveles generalas.
Tres barras de sonido a tener en cuenta
Con lo anterior ya habréis acordonado los modelos que más os convienen, ahora toca señalarlos con el dedo. Eso sí, mi consejo es que os esperéis un par de semanas hasta el Black Friday, ya que seguramente encontréis buenas ofertas en barras de sonido. Actualmente, yo elegiría una de las tres siguientes:
La mejor: Sonos Arc. Y la más cara, que sólo la barra se va a los 1 078 euros, sin subwoofer ni altavoces satélite. Si vuestro presupuesto es holgado vale la pena: por su calidad de sonido, por la potencia, es compatible con los formatos de audio más actuales y es sumamente sencilla de ampliar. Sólo con la barra tenéis más que suficiente para obtener una experiencia sonora exquisita, incluso sin adquirir el subwoofer independiente.
Excelente relación calidad/precio: Samsung HW-Q930C. Es la que adquirí yo: lo tiene todo para sobresalir en vuestras sesiones de cine. 9.1.4 canales, subwoofer y altavoces traseros independientes, 540 W de potencia y un precio de 737 euros.
Experiencia envolvente sin subirse de precio: Sony HT-S40R. Es una buena barra de sonido por los 279 euros que vale, lástima que no sea compatible con Dolby Atmos (sí con Dolby Digital). 600 W de potencia, 5.1 canales y con altavoces traseros y Subwoofer independientes.
La curiosidad de la semana: la nuez que es un altavoz Bluetooth
No es broma, no: un impresionante trabajo de bricolaje llevado a cabo sobre una nuez y que permite escuchar música directamente en el fruto seco. El autor es Penguin DIY, un auténtico manitas capaz de miniaturizar hasta lo imposible un altavoz Bluetooth. Vale la pena echarle un vistazo.
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Genie S, la cámara de seguridad que te explica con palabras qué ocurre. Con la ola de IA generativa que nos envuelve, Psync, una empresa especializada en Inteligencia Artificial, ha creado una cámara de seguridad que identifica todo cuanto ve transcribiéndolo a texto gracias a ChatGPT. La Psync Camera Genie S es una cámara con resolución 2K, transmisión de audio y vídeo, dispone de almacenamiento en el dispositivo y de diversos servicios en la nube; como la citada descripción por IA. Desde 35 dólares la cámara y con una suscripción mensual de 7 dólares.
Ikea vende su primera tira inteligente de LEDs. Ha comenzado a distribuirla en Holanda al precio de 30 euros, mide 4 metros de largo, es compatible con el sistema domótico de la empresa y también funciona con Zigbee, Google Home o HomeKit. La tira ORMANÄS permite ajustar la extensión con sólo cortarle el trozo sobrante y alcanza los 650 lúmenes. Es de esperar que Ikea no tarde en distribuirla más allá de Holanda.
Sony renueva su gama de cámaras sin espejo con la Sony A9 III. Los japoneses continúan afianzando su dominio en el enfoque con una mirrorless pionera: la Sony A9 III es la primera full-frame con obturador global, un sistema que prescinde del obturador mecánico para apostar por uno completamente digital. 120 disparos por segundo y sin limitaciones de tamaño para formato y tamaño de las imágenes, sensor de 24 megapíxeles y grabación de vídeo hasta 4K y 120 fps. Se pondrá a la venta en enero de 2024 a un precio que rondará los 7 000 euros.
Un implante logra devolver la movilidad a un enfermo de parkinson. Me parece la mejor noticia tech de la semana: una neuroprótesis permitió que un paciente con más de 25 años sufriendo parkinson pudiese andar de nuevo, incluso bajar y subir escaleras. El hito se logró con un implante que estimula eléctricamente la médula espinal en la parte baja de la espalda.
Dimensity 9300, la bestia de MediaTek que quiere hacer sombra a Qualcomm y Apple. Faltaba este SoC por presentarse, ya tenemos el trío habitual que veremos en los mejores smartphones de 2024: el A17 Pro, el Snapdragon 8 Gen 3 y el nuevo MediaTek Dimensity 9300. Fabricado en 4 nm, con 8 núcleos en clústeres de 4 + 4 (Cortex-X4 y Cortex-A720), GPU ARM Immortalis G720 MC12, un 15 % superior a la generación previa en rendimiento mononúcleo y un 45 % más en multinúcleo. Según MediaTek, a finales de 2023 llegarán los primeros Android con el nuevo SoC.
La carne al punto con Meater 2 Plus, el nuevo termómetro inteligente. Es uno de los gadgets de la semana, toda una herramienta con la que subir las estrellas de la cocina doméstica: el Meater 2 Plus es un termómetro de cocción que, gracias a estar conectado con el móvil, y a sus cinco sensores de temperatura, permite visualizar en la pantalla del smartphone la temperatura exacta de cada preparación. Cuesta 129 euros y viene con una base de madera que recarga el dispositivo de forma rápida.
La policía de Washington repartirá Apple AirTags para evitar los robos de coches. Dado que las famosas etiquetas se han convertido en una gran herramienta para localizar casi cualquier cosa, las autoridades de Washington, en Estados Unidos, se han decidido a repartirlas entre sus ciudadanos para combatir el robo de vehículos. Quienes vivan en los barrios más conflictivos podrán solicitar su AirTag. Y la policía se encargará de rastrearlas cuando tengan comunicación de algún robo.
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