Cómo elegir un PC para trabajar con inteligencia artificial
Gran parte del trabajo en inteligencia artificial se puede hacer con la nube, pero entrenar modelos propios y trabajar en el PC aporta grandes ventajas
Soy de los que se subieron a la inteligencia artificial generativa desde el minuto 1, me parece un terreno fascinante en el que todavía queda mucho por decir. Incluso busqué la manera de entrenar a mis propias modelos; proceso que requiere un equipo con suficiente potencia. Así que busqué la manera de armar un PC lo más barato posible para la tarea, aquí os dejo las principales claves para empezar.
Soy Iván Linares. Comenzamos.
Busca un PC gaming si quieres generar con IA
La Inteligencia Artificial generativa nos rodea, se encuentra en el foco de una buena parte de la actualidad informativa, no sólo la tecnológica. Si ChatGPT ha revolucionado nuestra forma de interactuar con la pantalla, Midjourney ha hecho lo propio con la fotografía y el diseño. Bueno, no sólo estos pesos pesados, que existe una inmensa cantidad de alternativas con las que aprovechar las posibilidades de la generación mediante comandos sin que tengamos que invertir en un equipo propio.
Ahora bien: ¿y si quisiéramos que ningún proceso abandonase las fronteras de nuestro PC? La privacidad es uno de los valores que más en duda están con la IA. También hay otros motivos para querer un ordenador potente para la inteligencia artificial, desde entrenar nuestros modelos hasta trabajar con proyectos libres que se integran con nuestro workflow.
A grandes rasgos, si queréis garantizaros un ordenador que sea apto para generar contenido mediante Inteligencia Artificial, o para entrenar a los modelos para aseguraros una personalización máxima en la generación, necesitáis que vuestro ordenador disponga de una tarjeta gráfica Nvidia con núcleos CUDA. Los modelos de software acostumbran a estar basados en esta arquitectura; por lo que la mejor manera de asegurar la compatibilidad es contar con un equipo gaming basado en las RTX de Nvidia.
En la actualidad, hay infinidad de herramientas que permiten deslocalizar el procesado a la nube, incluso la tarea de entrenamiento. Si necesitáis generar contenido de manera esporádica no hace falta que invirtáis en nuevo hardware, seguramente no valga la pena. En caso contrario, y siempre pensando en un PC para IA, mi recomendación es que empecéis por el tejado y adaptéis el ordenador al elemento clave: la tarjeta gráfica.
Nvidia RTX, el elemento imprescindible para la IA
No existe empresa de hardware que haya ganado mayor peso en la Inteligencia Artificial que Nvidia: sus núcleos CUDA son clave para los entrenamientos y para la generación de contenido a partir de los modelos entrenados. Por ello, mi recomendación es ajustar el presupuesto en base a la tarjeta gráfica: cuanto mejor sea esa tarjeta mayores posibilidades tendréis dentro del terreno de la IA. De paso, ganaréis un excelente PC gaming.
Nvidia acostumbra a desarrollar generaciones de sus RTX con denominaciones de cuatro números. La actual es la 40XX, aunque tampoco es necesario que elijáis la más reciente (y más cara): una buena RTX 3070 es más que suficiente, como ésta en oferta a 460 euros (8 GB de RAM GDDR6). Aquí influye en buena medida la memoria RAM de la tarjeta gráfica: cuanta más mejor; sin que por ello lastre por completo el rendimiento, que con 8 GB no suele haber problemas en la gestión doméstica de la IA. ¿Que queréis lo máximo sin dejaros el presupuesto? Tim Dettmers realizó distintos análisis de benchmark exhaustivos donde pueden verse las mejores tarjetas gráficas para Deep Learning: a sabiendas de que la RTX 4090 es de las mejores disponibles, con una RTX 3080 de 10 GB tenéis una de las mejores soluciones en relación calidad/precio (por 863 euros es vuestra). Eso sí, no resulta imprescindible optar por una gráfica nueva, de segunda mano podéis encontrar tarjetas RTX a buen precio. Tened en cuenta que pueden estar muy trilladas, sobre todo si se usaron para minería: desconfiad si son demasiado baratas.
Una vez seleccionada la tarjeta gráfica, elegid el resto del PC con garantías suficientes de que mueva con soltura esa GPU. En el campo del procesador, tanto da que sea AMD o Intel: un Ryzen 5 o Core i5 son bastante válidos; junto a una placa base que se adapte a los requerimientos de la CPU y GPU. 16 GB de memoria RAM como mínimo, una fuente de alimentación que admita suficiente potencia (en una configuración básica de PC para IA suele bastar con 500 W) y resto de componentes según presupuesto. Con esta receta básica podéis armaros un PC para IA más que válido.
Armar el PC pieza por pieza suele ser más económico, aunque siempre hay ofertas en torres y portátiles gaming que os pueden solucionar la papeleta de la IA ahorrando en el presupuesto global. Por 829 euros tenéis opciones más que válidas todo en uno y con RTX 3050, por ejemplo. También es posible encontrar buenos precios de segunda mano. Seguramente haya que sumarles el monitor, teclado y ratón, aunque bastará con los que ya tengáis.
¿Lo reconoces?
¿Qué se oculta detrás de este detalle? Éste es un gadget con solera, a ver si lo adivináis. La solución está al final de la newsletter.
La curiosidad de la semana: robot Transformers que se convierte en dinosaurio
¿Quién no ha soñado alguna vez con un auténtico robot Transformers? Si Optimus Prime os parece poca cosa, ahora tenéis un nuevo objeto de deseo: el Grimlock de Robosen. Esta criatura es un robot bípedo completamente funcional que altera sus formas entre dinosaurio y robot con su conjunto de 34 servos y un diseño licenciado por Hasbro basado en la saga Transformers. Se controla desde el móvil y, pese a que no deja de ser un juguete, cuesta la friolera de 1 500 dólares en oferta de lanzamiento. Cuando llegue oficialmente a las tiendas en otoño su precio subirá a 1 699 dólares.
Gadgetonoticias
Honor Magic V2, nuevo móvil plegable. A falta de una semana para el lanzamiento de los nuevos Galaxy Z Flip y Z Fold de Samsung, Honor se afianza en el sector plegable con el Honor Magic V2, su último smartphone de pantalla flexible presentado en China. Es el plegable más fino de la actualidad: en sus 9,9 mm plegado cabe un Snapdragon 8 Gen 2, cinco cámaras con un conjunto trasero que apunta maneras, 5 000 mAh de batería y una pantalla flexible de 7,92 pulgadas que no deja hueco en el móvil al doblarse. Parte de los 1 136 euros al cambio.
Venden un iPhone de primera generación sin abrir por 190 000 dólares. Después de que MKBHD rompiera récords con su compra de un iPhone Edge sin abrir por 40 000 dólares, un modelo aún más extraño de 4 GB rompió todos los límites: LCG Auctions, una empresa de subastas especializada en objetos de coleccionismo, adjudicó el iPhone por 190 372,80 dólares. A día de hoy me sigo preguntando por qué vendí el mío al pasarme al iPhone 3G.
Hestia, un telescopio para móviles. Acoplar un smartphone a un telescopio para así hacer fotos y vídeos del cosmos no es una idea nueva, pero Hestia lo lleva más allá: el dispositivo, que consta de un conjunto de lentes y electrónica a modo de base para el móvil, ofrece zoom x25, un objetivo de 1,2 pulgadas y un sistema de ajuste magnético que se adapta a cualquier smartphone presente y futuro; siempre según la marca. Además, el Hestia no necesita energía propia: parte de los 149 dólares actualmente en una campaña de Kickstarter.
Back to the past: el Cinexin
Es el gadget escondido más retro que he traído hasta la fecha: el Cinexin comenzó a comercializarse en 1971. El juguete era un compacto proyector de cine que funcionaba a manivela para mover el metraje mientras sus pilas alimentaban la bombilla. La película se vendía en cartuchos que se insertaban en el Cinexin para así proyectar los vídeos, de formato 8 mm.